| Clematis Montana |
| Clematis Broughton Star |
Características y tipos de clematis
Una característica singular de la clemátide es que sus flores no tienen pétalos verdaderos, sino tépalos (sépalos con apariencia de pétalos), que pueden variar de 4 a 12 o más, presentándose simples, dobles o semidobles. Los estambres suelen ser muy decorativos y destacarse con colores contrastantes.
En el género Clematis existen:
- Plantas trepadoras de hoja caduca (la mayoría), y algunas perennifolias.
- Variedades herbáceas de porte más bajo, útiles como tapizantes o en arriates.
Algunas variedades y especies notables
- Clematis vitalba: Propia de la Península Ibérica y gran parte de Europa. Sus flores blancas de pequeño tamaño dan paso a frutos plumosos muy decorativos en otoño e invierno.
- Clematis montana: Muy vigorosa, de flores blancas o rosadas, excelente para cubrir superficies rápidamente.
- Clematis armandii: Destaca por sus flores blancas estrelladas y fragantes, y su follaje perenne, ideal para climas suaves.
- Clematis jackmanii: De gran popularidad, con flores púrpura oscuro y floración prolongada.
- Clematis Nelly Moser: Flores grandes, rosa pálido con banda central púrpura, muy decorativa en primavera y verano.
- Clematis viticella: Resistente y fácil de cultivar, de flores en forma de campana y gran variedad de colores.
| Clematis Nelly Moser |
Requisitos de luz y ubicación ideal para el clematis
| Clematis Montana |
- Coloca la base de la planta en una zona sombreada o protégela con plantas tapizantes como hostas, heucheras o campánulas, o bien, aplica una capa de mulch, corteza de pino, piedra volcánica o gravilla.
- Escoge una ubicación donde la planta reciba al menos 6 horas de sol directo al día en primavera y verano, aunque algunas especies toleran la semisombra.
- Evita zonas con vientos fuertes que puedan dañar tallos y flores.
El clematis puede cultivarse en jardín o en maceta (preferiblemente de cerámica, piedra o terracota, nunca de plástico), pero siempre con un soporte al que pueda aferrarse: muros, pérgolas, celosías, enrejados, vallas o incluso árboles.
| Clematis Jackmanii |
La clemátide es exigente con el suelo pero, a cambio, recompensa con un crecimiento vigoroso y muchas flores:
- Textura y composición: Necesita suelos fértiles, profundos y que se mantengan frescos. Un sustrato universal de calidad, mezclado con compost bien descompuesto y materia orgánica, es ideal.
- Drenaje: El suelo debe drenar muy bien. El encharcamiento es fatal, ya que favorece la pudrición de raíces.
- pH: Prefiere sustratos ligeramente alcalinos o neutros. Si el suelo es ácido, enmiéndalo con una pequeña cantidad de cal agrícola.
- Evita suelos calcáreos en exceso, aunque muchas variedades modernas son bastante adaptables.
Para el cultivo en maceta, selecciona recipientes de al menos 45 cm de profundidad y diámetro para que el sistema radicular pueda desarrollarse plenamente.
Cómo plantar clematis: paso a paso
- La mejor época para plantar clematis es al inicio de la primavera o en otoño, cuando las temperaturas son suaves.
- Cava un hoyo del doble de ancho que el cepellón y la mitad de profundo.
- Coloca una capa de compost en el fondo y, opcionalmente, una pequeña cantidad de hongos micorrícicos para favorecer el enraizamiento.
- Sitúa la planta de modo que la corona (donde nacen los brotes) quede unos 5 a 10 cm por debajo del nivel del suelo, e inclina ligeramente el tallo hacia el soporte.
- Rellena con la mezcla de tierra y compost, presionando suavemente. Riega muy bien para asentar el sustrato.
Evita trasplantar clemátides adultas: no toleran bien el cambio de ubicación, por lo que es esencial elegir el sitio definitivo desde el inicio.
Riego y mantenimiento hídrico
El riego es vital para mantener la clematis sana. El objetivo es que el sustrato permanezca siempre fresco, pero nunca encharcado:
- Durante la época de crecimiento (primavera y verano), riega profundamente 1 o 2 veces a la semana, incrementando la frecuencia en periodos secos o muy calurosos.
- Aplica el agua directamente en la base de la planta, evitando mojar hojas y flores que puedan favorecer hongos.
- En maceta, revisa a diario la humedad, ya que el sustrato se seca más rápido.
- En invierno, reduce el riego (especialmente si la planta entra en reposo).
- Evita el agua calcárea en exceso; si es posible, utiliza agua de lluvia o reposada.
| Clematis Montana |
La clemátide es glotona cuando se trata de nutrientes.
- Abona en primavera y verano, cada 2 ó 3 semanas, con fertilizante líquido para plantas con flor; alterna con abono orgánico, compost o mantillo bien descompuesto.
- Al plantar, incorpora materia orgánica al hoyo.
- En torno a la base, puede aplicarse harina de huesos durante la fase de crecimiento vigoroso.
- Finaliza el abonado cuando aparezcan las primeras yemas florales y retómalo tras la floración, según el ciclo de cada variedad.
Poda del clematis según el grupo
La poda es el punto crítico de cultivo: cada clemátide debe podarse según su grupo de floración para asegurar una abundante y prolongada floración, y evitar que la planta se vuelva leñosa o desordenada.
Grupos de poda
Grupo 1: Clemátides de floración temprana (finales de invierno o primavera temprana)
Incluye especies como Clematis alpina, Clematis montana, C. armandii, C. cirrhosa, y C. macropetala. Florecen en los tallos del año anterior y solo requieren una poda mínima:
- Elimina tallos muertos, débiles o cruzados tras la floración.
- Evita podar drásticamente, porque perderías la floración siguiente.
Grupo 2: Clemátides de grandes flores (primavera y/o verano)
Incluye cultivares como ‘Lasursten’, ‘Nelly Moser’, ‘The President’, ‘Marie Boisselot’, entre otros. Florecen sobre los tallos del año anterior, pero también pueden producir flores en los nuevos brotes. Requieren poda ligera:
- Poda a finales del invierno, eliminando ramas débiles o dañadas.
- Corta los tallos viejos hasta dejar dos o tres yemas fuertes por rama.
- Tras la primera floración, puede realizarse una segunda poda, quitando semillas y ramas poco vigorosas para estimular una floración otoñal.
Grupo 3: Clemátides de floración tardía (verano u otoño)
Incluye Clematis jackmanii, Clematis viticella, C. tangutica, entre otros.
- Florecen en los brotes del año. Requieren poda fuerte al final del invierno o comienzos de primavera: corta todos los tallos viejos hasta un par de yemas fuertes (unos 40-50 cm sobre el suelo).
- Esta poda ayuda a que la planta no pierda follaje en la parte inferior y produzca más flores.
Entrena los nuevos brotes atándolos al soporte para que la clematis crezca de manera ordenada y aproveche bien el espacio.
Métodos de reproducción del clematis
Multiplicar clematis permite expandir tus ejemplares o compartir con otros jardineros. Los métodos principales son:
- Esquejes: Toma esquejes de tallo semileñoso a finales de primavera o comienzos de verano. Elimina exceso de hojas, aplica hormona de enraizamiento y planta en macetas con sustrato arenoso y húmedo. Mantén en ambiente húmedo y protegido hasta que desarrollen raíces.
- Acodo: Dobla un brote largo hacia el suelo, sujétalo y cúbrelo parcialmente con tierra; tras unas semanas formará raíces y podrá separarse de la planta madre.
- Semillas: La germinación es lenta y poco frecuente en cultivares híbridos.
- Injerto: Algunos híbridos de flor grande se injertan sobre patrones resistentes como C. vitalba o C. viticella.
| Clematis Montana |
Enfermedades y problemas frecuentes del Clematis
Pese a su rusticidad, la clematis puede verse afectada por:
- Marchitez de la clematis: Es una enfermedad fúngica que afecta sobre todo a variedades de flor grande. Produce marchitamiento rápido de hojas y tallos, volviéndose negros casi de la noche a la mañana. El tratamiento es cortar y eliminar las partes afectadas y quemarlas, evitando dejar restos en la base. Mantener el círculo de plantación limpio y bien aireado ayuda a prevenir su aparición.
- Oídio: Hongo que deja una capa blanca y polvorienta en las hojas. Se combate con fungicidas específicos y mejorando la ventilación alrededor de la planta.
- Pudrición de la raíz: Aparece por exceso de humedad o drenaje deficiente. Es vital no encharcar el sustrato y emplear mezclas ligeras, especialmente en macetas.
- Plagas: Caracoles, babosas y pulgones pueden atacar brotes tiernos. El control físico (retirando manualmente) o con métodos ecológicos resulta suficiente en la mayoría de casos.

