Los brotes de leguminosas son deliciosos y nutritivos y le
agregan una textura muy especial a las ensaladas, sandwiches, etc..
Desde la alfalfa hasta el brócoli existe una gran variedad de sabores, todos muy apetecibles.
Se puede germinar cualquier semilla de leguminosa o grano de cereal.
Los más apreciados por su ternura y buen sabor son los brotes de: legumbres (porotos, soja, alfalfa), cereales (trigo, cebada, quinoa) y también de berro, rábano, calabaza, girasol, lino, sésamo, mostaza, etc..
Desde hace muchos años los asiáticos recomiendan el consumo de brotes para garantizar una larga vida libre de enfermedades.
Procedimiento
Elegir un frasco con tapa al que le pueda realizar varios
orificios (también se puede cubrir con tul)
Lavar muy bien el frasco y la tapa.
Elegir las semillas y lavarlas muy bien.
Colocar las semillas en el frasco, la cantidad dependerá del
tamaño de la semilla y del frasco.
Llenar el frasco con agua y dejar las semillas en remojo de
8 a 10 horas.
Retirar el agua del frasco y enjuagar muy bien las semillas
con agua FRIA.
Escurrir bien, hasta eliminar todo el agua.
Colocar el frasco en un lugar templado y cubrir con un
repasador.
Enjuagar las semillas con agua FRIA cada 12 hs para
mantenerlos húmedos y limpios, siempre asegurándose de escurrir bien, hasta que
el germinado esté como más le guste. Guardar en bolsas de nylon en la heladera, etiquetados y con fecha de elaboración.
Los germinados son cuando la semilla desarrolla raíz y los
brotes son cuando la semilla desarrolla raíz y la parte aérea, para la cual
necesita claridad.
Los brotes llevan unos días más y se debe continuar con el
proceso de enjuague. Al quinto día ya estarán listos para ser consumidos.
En ambos casos consumir antes de los cinco días.
VIDEO (Este video es un poco largo, pero muy didáctico)
